Los orígenes del coaching son difusos pues podríamos decir que hay diversas influencias y disciplinas que lo han conformado. Algunos autores hablan de que el origen se basa en la PNL, programación neurolingüística, disciplina creada por John Grinder y Richard Bandler, otros de Thomas Leonard importante contribuyente al coaching personal y otros de la psicología humanista (Maslow y Carls Rogers), e influencias como el existencialismo y las tradiciones espirituales orientales. Pero lo cierto es que como se escucha últimamente “todo está inventado”. Si retrocedemos 2000 años en el tiempo, nos encontramos a Sócrates. La verdadera base metodológica del coaching es la filosofía griega y el método que este filósofo utilizaba, la Mayéutica. Esta consistía en realizar preguntas a la persona para que fuese resolviendo sus problemas de forma autónoma y de esta manera fuese ella misma quien descubriese todo su potencial.
Sócrates estaba convencido de que todo ser humano, sin excepciones, tiene un potencial sin desarrollar y que en el momento que lo descubre es capaz de llevar a cabo cualquier cosa que se proponga. A día de hoy estoy totalmente de acuerdo con su sentir. Volviendo al coaching que aparece en el Siglo XX, John Whitmore habla del origen deportivo de este y es el precursor del coaching empresarial, escribiendo un libro muy importante sobre este tema Coaching, el método para mejorar el rendimiento de las personas . El autor Timothy Gallwey público el libro The Inner game of tennis donde subrayaba la importancia del poder mental para el éxito en el deporte, en el mismo nivel que en lo físico. Así pues el coaching se ha convertido en una eficaz metodología a la hora de orientarse y clarificar objetivos, desarrollar planes de acción , potenciar el desarrollo personal e incrementar la conciencia del potencial de uno mismo y el bienestar en todas las facetas del ser humano.