Sentires
Mis sesiones comenzaron en septiembre de 2014, (una por semana), comencé por corazonada, me atrajo la bondad y serenidad de su mirada, y a partir de ahí sabía que algo bueno tendría que suceder (todo el mundo nos aporta algo pero aún más si empatizamos desde el principio). No sé exactamente el número de sesiones pero a partir de la ``parada de pensamiento`` (no juzgando si no observando) comencé a cambiar mi perspectiva sobre lo que me rodeaba. Todas sus pautas junto con los ejercicios meditativos me han ayudado a resolver muchos conflictos internos a los que antes no podía poner nombre, pues el tan sólo percibir que formaran parte de mi me deprimían enormemente. Mi camino es aún largo pero rodeándonos de personas especiales (y sin duda Marina es una de ellas) puede ser más seguro y gratificante.
La primera palabra que se me viene a la cabeza si pienso en Marina es “gracias”. Porque Marina se entrega a su trabajo y nos lo da todo. Es una profesora excelente, entre otras cosas, porque es capaz de ver en cada alumno de que “pie cojea”, y adaptar los ejercicios a lo que más te conviene. Para así mejorar cada día sin dolencias ni frustraciones. Resumiendo, tiene un respeto absoluto al cuerpo. Eso se debe a que su conocimiento del cuerpo humano es increíble, lo que te da total tranquilidad y confianza en sus directrices y correcciones. Pero lo que destacaría de ella son dos cosas, primero su sensibilidad hacia los demás, sientes que te cuida y te entiende solo con mirarte. Y segundo, su capacidad de sorprenderte en cada clase, lo que hace que descubras cosas nuevas de ti mismo. Pero no solo a nivel físico, sino también mental y emocional. Por esto y mucho más, gracias Marina.
Quiero explicarte todo el bien que como persona y profesora has causado en mí, hace ya muchos años que comencé a ir a tus clases y físicamente has logrado una mejoría tremenda en mi movilidad, me encuentro mucho más ágil física y mentalmente, recuerdo al principio cuanto me costaba hacer algunos ejercicios y como has logrado que ahora me parezcan fáciles de realizar, al principio y siendo una de las mayores de la clase todo se me hacia un mundo y tú has logrado que ahora me considere como una más de tus alumnas. Muchas gracias guapa, ahora me pareces como alguien de mi familia, y si un día tengo que faltar por otras obligaciones os echo de menos a ti y a mi grupo.
Durante el tiempo que viví en Madrid tuve la oportunidad de conocer a Marina. Bajo su guía pude desarrollar una experiencia de trabajo corporal que me permitió conectar con las partes más profundas de mi ser. Entender la esencia de la relación ``mente - cuerpo`` se me hizo accesible. Cada mañana en clase era como un despertar a un nuevo día, descubrir nuevas sensaciones, reconocer otras olvidadas. Sentir el cuerpo es habitar el cuerpo, reconocerlo, escucharlo, abrirnos a un tipo de sentir y saber que siempre tiene algo que decir. Acercarnos a un tipo de conocimiento experiencial que abre las puertas de la conciencia plena. Bajo su guía pude avanzar en mi practica de Mindfulness, acercarme a la comprensión de esta profunda conexión y continuar con mis estudios en la aplicación de las prácticas de meditación en la psicoterapia. Gracias, Marina, por aquellas mañanas maravillosas!
Mi experiencia con Marina como Coach fue realmente importante, me ayudó a nivel personal pero más aún a nivel emocional y por primera vez en mucho tiempo me cabeza se relajó. Su personalidad entrañable, su cariño, su compresión y su “estar siempre ahí” fue un pilar indispensable para poder realizar un cambio en mi enfoque de muchos asuntos que no me permitían disfrutar de la realidad. Estuvimos trabajando durante varios meses donde analizamos situaciones y pensamientos. En cómo mejorarlos y hasta cómo olvidarlos. Sin ninguna duda, animo a aquellas personas que quieran crecer interiormente y tranquilizar sus pensamientos a trabajar con Marina como Coach.
Cuando eres una persona luchadora, guerrera, con motivaciones y un espíritu que no se rinde te cuesta encontrar una salida cuando te hayas totalmente bloqueada. Bien, para mí una de las salidas se llama Marina. Me ayudó a reconducirme, me dio pautas y conseguí volver a respirar con normalidad. Me hizo indagar en mi pasado, en mi infancia, en mi innata necesidad de tener la situación controlada. Si a esto le juntas una maternidad de una adolescente con un pasado complicado, una nueva situación a la que adaptarse y unas hormonas en plena efervescencia de esta, pues al final da como resultado una bomba explosiva de difícil asimilación. Pero me gustó que ella me devolviera mi lucecita, me devolviera mis ganas de seguir siendo capaz de sonreír a todo el mundo y ver que el mundo me sonríe de igual manera. Tengo que agradecerle sus sesiones y su apoyo aunque quizás no haya sido su mejor asistente, pero las conductas aprendidas en la niñez son difíciles de modificar, jijijijiiji....
No es fácil reflejar en unas pocas líneas mi valoración profesional de Marina. Llevo varios años recibiendo clases de ella y solo he faltado a la cita por razones ajenas a mi voluntad. Las palabras que mejor cuadran la forma en que ella realiza su actividad son: seriedad, entusiasmo, disciplina, implicación, respeto, ayuda, variedad, etc. Todo ello orientado a conseguir resultados útiles para el alumno apoyados en el autoconocimiento, la progresión continua y el enriquecimiento personal. No me resultaría fácil encontrar nada parecido.
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