En mi trayectoria como docente trabajo con muchos y distintos grupos de personas, impartiendo clases de danza clásica, danza contemporánea, clases de Pilates y bienestar físico. Durante todo este tiempo he ido observando como estas personas se relacionaban con su cuerpo y también que mensajes se dan así mismos cuando están ejercitando los movimientos con él. Si a eso sumamos el análisis de mi propia experiencia corporal como bailarina el resultado es un amplio entendimiento de la relación cuerpo-mente. He visto como en cada técnica que estudiaba había movimientos que no eran beneficiosos para todo el mundo o no todas las personas eran capaces de hacerlos, unas veces por un bloqueo mental y una creencia arraigada de torpeza o baja autoestima relativo a lo corporal y otras porque realmente tienen un impedimento físico.