Píldoras Mindfulness -Vitaminas para el alma- Saboreando

Os invito a tomar una Píldora Mindfulness muy sabrosa.

Comer es un placer y un privilegio que tenemos muchas de las  personas que vivimos en este llamado  este primer mundo.

Cada vez que comemos algo si ponemos atención a cómo y cuantas veces masticamos antes de tragar, estaremos poniendo consciencia en ello. Observar la comida en el plato, sus colores, su olor y su sabor puede llegar a ser una experiencia única de Atención plena. Desautomatizar la acción de ingerir los alimentos y enlentecerla nos hará ver que a veces comemos más de lo que necesitamos en realidad.

Tener el plato delante y pensar en cómo han llegado los alimentos hasta ahí. Por ejemplo un tomate. Alguien tuvo que plantar la semilla, elegirla de algún sitio, plantarla, cuidarla, abonarla etc. hasta que crece una mata. Después alguien se encarga  de recogerlo, seleccionarlo y transportarlo, puede ser que haya  pasado un control sanitario. Si fuese un tomate frito habrá llegado a una planta de transformación y elaboración para finalmente ser embasado. Después al supermercado, al carro de la compra y desde ahí a nuestra casa, donde será o no cocinado antes de llegar hasta nuestro plato. ¡Y esto sólo con un tomate! ¿No es fantástico?

Poner conciencia en cada bocado y saborearlo es un acto que puede hacerse en silencio, masticando y saboreando, fijándonos si nos sienta bien, si nos agrada el gusto masticando tal vez más veces de lo que solemos hacerlo. Prueba a hacerlo aunque sea alguna vez en la semana, sin hablar con nadie.

Saborear, agradecer a todas esas personas que han trabajado para que esa comida llegue a tu plato, es posible que te lleve a comer de otra manera, incluso a veces podremos darnos cuenta de que nos saciamos antes y necesitamos menos cantidad de comida.

Te invito a probar a sentir lo dulce, lo salado, ácido o amargo de cada alimento. Verás cómo aumenta tu sensibilidad al comer y si además sólo haces eso “comer” sin ver la televisión ni leer al tiempo, llegarás a comprender de lo que estoy hablando.

¡Buen provecho!

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